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Relieve Costero

El relieve costero, en donde se reúnen el agua, las rocas y el viento, presenta un modelado a zonal, esto quiere decir que no depende de una zona climática.

El agua del mar realiza una gran actividad erosiva debido a la actuación de las mareas, las corrientes marinas y, sobre todo, de las olas.

Las costas están sometidas a muchos vaivenes, estas se hunden o se levantan, es decir, por el movimiento producido por las placas tectónicas la costa se hundirá permitiendo que el mar avance por encima de esta (inmersión) o se levantará, haciendo que el mar retroceda (emersión: acción y efecto de emerger o elevarse un terreno sobre el nivel del mar). No solo las placas tectónicas provocan que las costas se hundan o se levanten, sino también el clima.

Las costas irregulares son aquellas en las que hay salientes y entrantes continuamente. En los entrantes predomina la acción geológica de la sedimentación, mientras que en los salientes predomina la erosión.

La erosión del litoral no es uniforme; depende de la fuerza con la que actúe el agua, el tipo de costa sobre la que actúa y los materiales que constituyen la costa.

En las playas (costas bajas) se pueden dar estas dos acciones geológicas (erosión y sedimentación). En épocas de borrasca (otoño e invierno) el agua golpea con fuerza la superficie de la costa y arrastra gran cantidad de materiales, produciéndose una fuerte actividad erosiva. En épocas anticiclónicas (primavera, verano) el agua llega a la costa con poca velocidad. Las olas son suaves y se produce sedimentación.

Sin embargo, en los acantilados (costas altas), el mar al chocar con la base del acantilado, va socavando la roca. Esto produce que en la base de estos, se produzca un agujero, haciendo que la parte de arriba al no tener sujeción, se desprenda y acabe retrocediendo. Esta acción geológica (erosión) va a ser muy importante ya que dará lugar a las plataformas de abrasión o rosa costera.

Las plataformas de abrasión o rasa costera se sitúan a los pies de los acantilados. La ola, al romper en la base del acantilado, crea una excavación, originando una zona plana que es la superficie de abrasión, cuando esta se levanta, da lugar a una terraza marina.

Las aguas marinas se encargan de transportar los materiales, los sedimentos. Estos provienen de la erosión continental. El depósito de materiales en el litoral origina distintas estructuras como las playas; las albuferas; los cordones litorales o barras; flechas litorales; y tómbolos entre otros.

Los sedimentos que se van acumulando en la playa, forman dunas. Estas son una acumulación de arena que se da en el desierto o en el litoral y es generada por el viento. Las dunas son muy importantes ya que regeneran la arena de las playas. En España, al explotar demasiado el paisaje costero apenas hay dunas, debido a esto, para reponer la arena de las playas se obtiene del fondo del mar.

Algunos accidentes geográficos que encontramos en el litoral son:

Golfo: Entrante de mar en la costa y en la selva.

Bahía: Entrada a un mar, océano o lago, rodeada por tierra excepto por una apertura, que suele ser más ancha que el resto de la penetración en tierra adentro.

Ría: Desembocaduras profundas de los ríos que hacen que el mar penetre hacia el interior.

Fiordo: Barranco excavado por un glaciar que luego ha sido invadido por el mar, dejando agua salada. Normalmente son estrechos y están bordeados por empinadas montañas, que nacen bajo el nivel del mar.

Península: Extensión de tierra rodeada de mar por todas partes excepto por una, zona relativamente estrecha, llamada istmo, que la une a un territorio mayor.

Cabo: Parte de la costa que se adentra en el mar. Puede tener gran influencia sobre las corrientes oceánicas y la navegación.

Tómbolo: Barras de arena que une el continente con una isla pequeña. Es un accidente geográfico sedimentario, como por ejemplo una barra, que forma una estrecha lengua de tierra entre una isla o una gran roca alejada de la costa y tierra firme, o entre dos islas o grandes rocas.

Archipiélago: Es una cadena o un conjunto de islas y el mar que las rodea. Los archipiélagos puede ser de origen volcánico, formados en las dorsales oceánicas, o puntos calientes.

Isla: Zona de tierra firme, más o menos extensa, rodeada completamente por una masa de agua. Toda su superficie, tomada a la misma altura sobre el nivel del mar, está sometida a un clima similar, a diferencia de lo que ocurre en los continentes.

Duna: Acumulación de arena que se da en el desierto o en el litoral y es generada por el viento.

Acantilado: Es una vertical y abrupta formación rocosa de la costa, escarpe litoral modelado por la acción erosiva del oleaje y de las corrientes derivadas de él, sobre rocas de cualquier naturaleza.

Plataforma de abrasión o rasa costera: Plataforma rocosa costera, al nivel de la marea baja, que aparece por delante de un acantilado rocoso. Se trata de una formación debida a la erosión del mar sobre éste.

Terraza marina: Plataforma que ha sido expuesta como resultado de la combinación de dos fenómenos: variaciones del nivel del mar y cambios tectónicos de alzamiento y subsidencia a lo largo de la costa.

Estrecho: Canal de agua que conecta dos lagos, mares u océanos y, en consecuencia se encuentra entre dos masas de tierra.

Playa: Depósito de sedimentos no consolidados que varían entre arena y grava, excluyendo el fango ya que no es un plano aluvial o costa de manglar, que se extiende desde la base de la duna o el límite donde termina la vegetación hasta una profundidad por donde los sedimentos ya no se mueven.

Flecha litoral: cordón de tierra en el interior de una bahía, o la acumulación de arena delante de la costa, a veces estos depósitos se apoyan en cabos.

Albufera: laguna litoral de agua salada o ligeramente salobre, separada del mar por una lengua o cordón de arenas pero en comunicación con el mar por uno o más puntos. Su formación suele deberse a la colmatación de una antigua bahía por los aportes de sedimentos marinos o fluviales.

Delta: territorio triangular formado en la desembocadura de un río, mediante sedimentos que se depositan a medida que la corriente del río va desapareciendo.

Estuario: parte más ancha y profunda de la desembocadura de un río en el mar abierto o en el océano, generalmente en zonas donde las mareas tienen amplitud u oscilación.